martes, 24 de diciembre de 2013

Enfermería comunitaria

El concepto de enfermería comunitaria es aquel que se aplica al tipo de enfermería dedicada al cuidado y a la prevención no sólo de la salud del individuo si no también de la familia y, especialmente, de la comunidad. La enfermería comunitaria es una importante rama de la ciencia ya que tiene que ver con el paso y el establecimiento de hábitos, conductas y cuidados que no sólo cuiden la salud de una persona de manera específica, si no que supongan el mantenimiento de un ambiente comunitaria seguro y saludable para todos sus integrantes.


La enfermería comunitaria, tal como lo dice su nombre, se ocupa de las cuestiones relacionadas con la salud en el ámbito de la comunidad. Así, es mucho más abarcativa que la enfermería individual ya que supone beneficios para un grupo poblacional más amplio. Cuando hablamos de enfermería comunitaria entonces hacemos referencia al trabajo que los profesionales de la salud realizan para asegurarse que, por ejemplo, determinadas enfermedades y virus no se expandan en la comunidad, que la higiene de los ámbitos habitables sea mantenida, que la salud familiar dentro del espacio privado sea siempre asegurada, etc.

En este sentido, podemos decir que la enfermería comunitaria tiene mucho de pedagogía ya que supone cierta enseñanza y transmisión de conocimiento a aquellas personas que forman parte de una determinada sociedad. Así, a diferencia de lo que puede pasar con otras formas de enfermería, la comunitaria trabaja de manera directa con la comunidad transmitiendo información, datos, campañas públicas, hábitos y costumbres que se deben tomar para obtener resultados más profundos y efectivos.


De este modo, al contribuir a la concientización sobre lo importante que el cuidado del ambiente, de la salud familiar, de la salud reproductiva, de los hábitos que hacen a la salud, la enfermería comunitaria se vuelve algo extremadamente necesario para que una sociedad o comunidad alcance los mejores niveles de salubridad y salud posibles.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Enfermería médico- quirúrgica

La enfermería medico quirúrgica es una especialidad en la cual el personal de enfermería, con unas grandes cualidades en procedimientos y técnicas debe ser capaz de desempeñar todas las funciones inherentes al trabajo quirúrgico. La enfermera debe ofrecer al enfermo una atención completa y manejando perfectamente el material y equipo que está a su cargo.

Según sus funciones las enfermeras perioperatorias se clasifican en:
- Enfermera gerente quirúrgica (Coordinadora o jefe de quirófanos).
- Enfermera instrumentista.
- Enfermera circulante.
- Circulante de insumos.
-Circulante de anestesia.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA ENFERMERA QUIRURGICA:

1. Elevado nivel Ético - Bioético.
2. Especialista en el conocimiento microbiológico
3. Calificado en todos los procesos relacionados con asepsia (sistemas de esterilización y antisepsia).
4. Carismático, siempre ofrece un buen trato y esta consciente de las necesidades inmediatas del enfermo.
5. Define perfectamente bien la conformación estructural básica de un área quirúrgica.
6. Conoce las normas que rigen el funcionamiento interno y externo de la unidad aplicándolas a cabalidad, así como las normas de seguridad establecidas.
7. Perfecto conocedor de las terminologías de común manejo en la unidad quirúrgica
8. Conoce el valor real de la economía quirúrgica como forma de disminuir el costo cliente.
9. Conoce los métodos anestésicos realizando perfectamente bien las funciones como circulante de pabellón.
10. Conoce los aspectos médico- legales que implica el trabajo quirúrgico y la cuenta de gasas, compresas y pinzas.
11. Conoce a cabalidad el instrumental quirúrgico y la función que realizan individualmente.
12. Es un perfecto conocedor de la anatomía humana.
13. Sabe de la importancia del trabajo en equipo y mantiene una excelente relación con sus compañeros.
14. Capaz de manejar el paciente crítico del recuperatorio inmediato y mediato.

Si te gusta la cirugía y posees o te ves con capacidad de poseer todas estas cualidades, adelante, esta es tu especialidad!!!

Especialidad de Enfermería de Salud-Mental

La enfermera especialista en salud mental es el profesional sanitario que, con una actitud científica responsable y utilizando los medios clínicos y tecnológicos adecuados al desarrollo de la ciencia en cada momento, proporciona una atención especializada en salud mental mediante la prestación de cuidados de enfermería. Estos cuidados especializados se llevan a cabo en los diferentes niveles de atención (promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de la salud mental), teniendo en cuenta también los factores extrínsecos que intervienen en la aparición de las alteraciones de la salud mental. El trabajo de la enfermera especialista de salud mental se conjuga entre dos ámbitos del conocimiento: el ámbito científico de las ciencias de la salud y el ámbito humanista de las ciencias sociales.

Las funciones que van a desempeñar los especialistas en salud mental son:
  • Apoyar a los órganos de gobierno del departamento y al profesorado en la organización docente. 
  • Dar apoyo administrativo en las prácticas de los laboratorios del departamento. 
  • Informar y atender a los estudiantes en temas de docencia. 
  • Elaborar y gestionar el presupuesto de funcionamiento del departamento. 
  • Detectar posibles incidencias de mantenimiento. 
  • Suministrar datos de las actividades del departamento, así como informar de las novedades que se producen para su difusión. 
  • Mantener los datos del directorio. 
  • Informar sobre los convenios con empresas.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Especialidades de enfermería: obstétrico- ginecológica

Las matronas y matrones, son enfermeros que realizaron una especialidad llamada "obstétrico- ginecológica" y que son imprescindibles durante el embarazo y el parto. Son un gran apoyo para la madre y complementan el trabajo del ginecólogo.En la sanidad pública, las matronas siguen la evolución del embarazo con consulta propia realizando un seguimiento mensual de la gestación, además de las citas con el ginecólogo.

La matrona controla el peso, toma la tensión, examina la tripa, escucha los latidos del bebé y está disponible para cualquier consulta que necesitemos hacerle, incluso, sobre higiene, hábitos del salud o alimentación. También suele ser la encargada de dar las clases de preparación al parto y a la maternidad en los centros de salud.

En cambio, en la sanidad privada el seguimiento del embarazo lo realiza sólo el ginecólogo y la matrona (también llamada partera en algunos países) aparece por primera vez en el momento del parto, cuando ha comenzado la dilatación.
Aunque si sigues tu embarazo por un médico privado pero quieres el servicio de una matrona, también puedes hacerlo a través de la sanidad pública.

El papel de la matrona es importante durante el embarazo pero, en el momento del parto lo es aún más. Su función es guiar, servir de apoyo, dar seguridad a la madre y controlar que todo vaya bien.

Es ella quien controla la dilatación y con quien practicarás lo primeros pujos una vez que estés en la sala de partos. Controlará además el estado del bebé a través de la monitorización fetal. En el caso de parto vaginal, te acompañará durante todo el período de dilatación y durante el expulsivo, cuando ya tu ginecólogo reciba al bebé.
Su función no acaba en el parto. También puedes seguir en contacto una vez que el bebé haya nacido. En el posparto controlará los puntos, examinará si el útero está volviendo a su tamaño, evacuará todas tus dudas sobre lactancia y servirá de apoyo en tus primeros días como madre.





Ser matrona, para la mayoría, el trabajo más bonito del mundo!!



Enfermerá geriátrica

La enseñanza de Enfermería Geriátrica trata del conocimiento de los cambios que se producen en el individuo con la edad, desde aspectos no solo bio-fisiológicos y funcionales sino también socio-económicos que tienen en este grupo de población una significación de suma importancia y trascendencia, trata igualmente de los cuidados que deben dispensarse a los ancianos sanos y enfermos.

La asignatura de Enfermería Geriátrica se imparte en el segundo curso de la Diplomatura de Enfermería, y es una asignatura cuatrimestral.


La Enfermería Geriátrica y Gerontológica ofrece una visión de la panorámica actual en relación a los mayores adultos desde la individualidad del ser anciano y desde los fenómenos de envejecimiento poblacional. Las enfermeras que optan por desarrollar su actividad de cuidados con la población anciana tiene la responsabilidad de adquirir una formación continuada y adaptada a los últimos avances técnicos, tanto en la asistencia clínica como en el trato y manejo del mayor. 

El objetivo general es capacitar al alumno para prestar Cuidados de Enfermería al individuo anciano, tanto en situación de salud como de enfermedad, orientando estos cuidados hacia la promoción y protección de la salud, la atención y la rehabilitación de los enfermos. Organizar y evaluar las funciones propias de Enfermería, en cualquiera de los niveles de atención del ciclo Salud-Enfermedad.

Especialidad Pediátrica

La Enfermera Interna Residente (EIR) es aquella que después de haber obtenido su titulación decide especializarse en una rama de la enfermería. En España, todas las especialidades tienen una duración de 2 años de residencia. La rama en la que me voy a centrar es en la Enfermería Pediátrica.

La Enfermería Pediátrica es el programa teórico-práctico, esta orientado a formar enfermeros(as) especialistas en la atención de la población infantil en los tres ámbitos de atención: extra hospitalario y hospitalario, con el fin de interactuar con el niño y sus cuidadores, para solucionar los problemas de enfermedad y promocionar la salud y el desarrollo integral del niño.

El especializado en enfermería pediátrica será capaz de :
  • Haber logrado conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para el fomento, prevención, diagnostico enfermero y tratamiento de enfermería en las dolencias que aquejan a la población Pediátrica.
  • Demostrar dominio tecnológico en el cuidado integral al paciente pediátrico sustentado en un sistema de valores éticos y deontológicos, principios científicos y de investigación.
  • Investigar sobre los procesos de atención al paciente pediátrico, creando nuevos enfoques y marcos de referencia.
  • Administrar los servicios de enfermería Pediátrica, de acuerdo a los enfoques de calidad, calidez y eficiencia.
  • Brindar asesoría en el área de la especialidad.
  • Desarrollar capacidad docente en el servicio con sus pares y las nuevas generaciones de profesionales de la salud.
  • Participar en acciones educativas de salud dirigidas a los pacientes y grupos sociales.
  • Mostrar actitud reflexiva y analítica frente a la resolución de problemas del paciente pediátrico.
  • Procurar constantemente su educación permanente y superación profesional que la impulse a su continuo perfeccionamiento y al empleo de los mismos en el ejercicio profesional.
  • Valorar la salud del niño, proporcionando atención óptima de acuerdo a sus particularidades y su contexto socioeconómico y cultural.
  • Utilizar el proceso de atención de enfermería y participa en la prevención, detección y tratamiento de las alteraciones fisiopatológicas de cualquier padecimiento, ya sea en condiciones estables o críticas.
  • Tomar decisiones terapéuticas en la atención del infante canalizando los casos que no son de su competencia.
  • Integrar su ejercicio profesional al sistema económico, social y político en el que se encuentra inmerso, para atender las necesidades y problemas biológicos y psicológicos del niño enfermo con los recursos humanos y materiales existentes, en los servicios de enfermería y en la comunidad.
  • Proporcionar atención de enfermería a pacientes en estado crítico en las unidades de cuidados intensivos pediátricos, siendo esta atención de gran calidad, responsabilidad y respeto a las características individuales de cada niño.
  • Apoyar y orientar al niño y a sus padres sobre el proceso terapéutico y normas institucionales, con principios éticos y humanísticos que disminuyan los posibles conflictos.
  • Colaborar en la rehabilitación y habilitación de secuelas invalidantes para favorecer la reintegración del niño a una vida social activa.
  • Implementar actividades de asistencia a la niñez en los centros de estimulación al desarrollo.
  • Conocer los daños a la salud infantil a nivel nacional y estatal, así como los programas de salud vigentes, enfatizando su participación en el área infantil.

Especialidades de Enfermería

Para todos los que estéis interesados a continuación y durante los siguientes días os hablaremos de las especialidades que existen en Enfermería.

El Real Decreto 450/2005 de 22 de abril, es la normativa actual por la que se regula la obtención del título de Enfermero especialista. Expedido por el Ministerio de Educación y Ciencia, es obligatorio para poder ejercer como profesional de una especialidad enfermera. El texto, publicado en el BOE de 6 de Mayo de 2005, actualiza el catálogo de Especialidades de Enfermería y establece que son siete: Obstétrico-ginecológica, Salud Mental, Trabajo, Geriátrica, Pediátrica, Familiar y Comunitaria y Médico-quirúrgica


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Donación de órganos

La donación es un gesto altruista, considerado como el mayor acto de bondad entre los seres humanos.En la actualidad hay miles de personas que para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan de un trasplante. La realidad es que las listas de espera para recibir órganos y tejidos seguirán aumentando si no se logra aumentar el número de donaciones. La única forma de resolver este problema es ser donante de órganos y animar a otros nuestros conocidos a que también lo sean; cuantos más donantes existan, mayor será el número de vidas que podrán salvarse.
Puede ser donante de órganos toda persona que en vida decida que, a su muerte, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. Sin embargo, debe saber que pese a nuestro deseo de ser donante de órganos, no todos podremos serlo, ya que para ello, será necesario que el fallecimiento acontezca una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital. Es en estas unidades dónde es posible realizar la preservación de los órganos y las pruebas necesarias para realizar una correcta valoración de cada potencial donante.Será el equipo médico quien, una vez realizadas todas las pruebas necesarias, dictamine si el fallecido puede ser donante y de qué órganos.
Los órganos que se pueden donar son los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas y los pulmones. Además, de una donación también se pueden obtener tejidos, igualmente muy necesarios, como hueso, las córneas y las válvulas cardíacas.
Según la Ley de trasplantes, en España todos somos considerados donantes si en vida no hemos expresado lo contrario. Sin embargo, esa expresión puede haber sido formulada de diferentes modos, lo que obliga a que se pregunte a familiares o allegados sobre la voluntad del fallecido  respecto a la donación. En la práctica siempre se respeta la decisión de la familia, ya que se asume que estos no contradirían los deseos de su ser querido. La firma de la familia para proceder a la donación, es lo que denominamos consentimiento familiar.
La donación de vivo es posible si se cumplen las condiciones y requisitos establecidos por la Ley. El donante ha de ser mayor de edad y gozar de buena salud física y mental. La Ley incluye los pasos a seguir por todos los implicados: profesionales médicos y personal judicial y  donante y receptor; para garantizar los derechos de ambas partes, la libertad en las decisiones, voluntariedad, gratuidad y altruismo. Dado que cada caso tiene sus propias particularidades, las recomendaciones son consultar todas las dudas al equipo médico responsable del enfermo.

DONACIÓN DE MÉDULA ÓSEA

La médula ósea (MO) es el tejido esponjoso que se encuentra dentro de algunos huesos y es donde anidan las células madre, o progenitores hematopoyéticos (PPHH), generadoras de todas las células de la sangre (leucocitos, hematíes, plaquetas) y de diversas células de otros tejidos. Lo que se extrae para la donación es la sangre que baña ese tejido, puesto que esta sangre es muy rica en células madre. 


La médula ósea no tiene nada que ver con la médula espinal, que es un haz de nervios que recorre la columna vertebral. Son pues las células madre sanguíneas que necesita el paciente en caso de precisar un trasplante. 


Si quiere ser donante:


1. Lea detenidamente la Guía del donante de médula ósea.


2. Contacte con el centro de referencia más cercano a su localidad de residencia 

3. Para cualquier consulta sobre el Plan Nacional de Donación de Médula Ósea llame al teléfono de información 900 102 688.


La donación de médula ósea se realiza extrayendo, con una jeringuilla, una pequeña cantidad de sangre medular de la parte posterior del hueso de la cadera. La extracción se realiza bajo anestesia general o epidural, en el hospital especializado más cercano al domicilio del donante.



La obtención de células madre de sangre periférica requiere administrar 4 ó 5 inyecciones subcutáneas de unas sustancias denominadas factores de crecimiento hematopoyético, que hacen que las células madre de la médula ósea pasen a la sangre. Esta donación no requiere anestesia y se realiza en el hospital especializado más cercano al domicilio del donante.

No conlleva otro riesgo que el de la anestesia. Tras la extracción puede existir un ligero dolor residual en la zona de punción que desaparece a los pocos días de la donación.

Millones de personas se encuentran registradas en todo el mundo como donantes y aún así, aproximadamente un 25% de los pacientes que lo necesitan no llegan a encontrar un donante adecuado. Para ello, es necesario aumentar siempre los donantes inscritos y tratar de conseguir la compatibilidad óptima.

A continuación les dejamos un vídeo muy interesante donde pueden ver las características de esta donación, el cómo se realiza y experiencia de los pacientes.


Comparte saúde, doa sangue!

Cuando una persona pierde sangre en gran cantidad por un accidente o una operación, o tiene problemas de salud, puede que sea necesario que reciba una transfusión de sangre.
Sin embargo, dado que la sangre humana es una sustancia que actualmente no se puede fabricar, es necesario obtenerla de otra persona, es decir, un donante de sangre.

¿Quién puede donar sangre?

Puede donar sangre cualquier persona sana entre 18 y 65 años que pese más de 50 kilos.
Es preciso tener este peso mínimo, porque en cada donación se recoge una cantidad estándar para todos los donantes(450 ml).
Se recomienda que las mujeres donen sangre un máximo de tres veces al año y los hombres, un máximo de cuatro, siempre respetando un intervalo de dos meses entre donación y donación.
A diferencia de un análisis de sangre, cuando hacemos una donación no es necesario estar en ayunas. Incluso es recomendable haber tomado una comida normal.
Tanto para la seguridad del donante como del receptor, se realizan una historia clínica y una serie de pruebas antes de la donación. Después se analiza la sangre.

Debes donar sangre:

· Si tienes entre 18 y 65 años y pesas más de 50 kilos.
· Aunque hayas padecido hepatitis antes de los 12 años.
· Aunque no estés en ayunas.
· Aunque tengas el colesterol elevado.
· Aunque tomes alguno de los medicamentos más frecuentes.

Puedes donar hasta 3 veces al año si eres mujer y hasta 4 si eres hombre.

¿Por qué donar sangre?

La donación de sangre es un acto solidario y de participación ciudadana que beneficia el conjunto de la sociedad. Con ella podemos ayudar a salvar la vida de muchas personas ya que la sangre no se puede fabricar y solo la podemos obtener de las donaciones. Con una sola donación podemos ayudar hasta a tres enfermos diferentes y esa es una gran satisfacción personal.
También cabe decir que se necesita sangre constantemente y para eso necesitamos que haya una gran parte de la población que sea donante. Por todos estos motivos os pedimos que os animéis a donar ya que no supone ningún riesgo y podemos ayudar a salvarle la vida a otras personas.




ANÍMATE A DONAR!





martes, 17 de diciembre de 2013

Trastorno Bipolar

Se llama trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar a un trastorno depresivo de larga evolución, en el que los episodios depresivos se ven interferidos por la aparición de otros episodios caracterizados por un estado de ánimo elevado (euforia excesiva), expansivo (hiperactividad anómala) o irritable. Las fases de exaltación, alegría desenfrenada o irritabilidad y grosería, alternan con otros episodios en que la persona está con depresiones intensas, con bajo estado de ánimo, incapacidad para disfrutar, falta de energía, ideas negativas y, en casos graves, ideas de suicidio.


Los episodios depresivos se tratan igual que en una depresión, pero en estos pacientes los antidepresivos pueden desencadenar episodios de manía, por lo que se usan fármacos estabilizadores del ánimo, y especialmente el litio, que se emplea para prevenir las recaídas, ya que el trastorno bipolar es una enfermedad que suele cronificarse.
El litio tarda en actuar unos 7-10 días, por lo que cuando se emplea para tratar un episodio maníaco grave se suele asociar a fármacos antipsicóticos como el haloperidol.
Para comprobar su eficacia y los posibles efectos secundarios (que pueden incluir temblores, náuseas y vómitos, alteraciones de las hormonas tiroideas, contracturas musculares, diarrea y aumento de la cantidad de orina, aumento de peso...), y ajustar correctamente las dosis, el médico solicita análisis de sangre periódicamente para controlar los valores de litio en la sangre del paciente.
Otro tipo de tratamiento es el basado en el uso de anticonvulsivantes. Tanto la carbamacepina como el ácido valproico son estabilizadores del ánimo eficaces en el trastorno bipolar, y que se usan como alternativa al litio en casos resistentes, intolerancia a los efectos secundarios o en aquellos pacientes en los que esté contraindicado el uso del litio. Estos dos fármacos parecen ser especialmente eficaces en los pacientes que pasan del estado depresivo al maníaco en poco tiempo.

Además, el trastorno bipolar es una enfermedad crónica y el tratamiento farmacológico debe seguirse durante muchos años, e incluso de por vida. Por este motivo, la psicoterapia se recomienda para ayudar a los pacientes a continuar con el tratamiento, y también para que tanto ellos como sus familiares comprendan mejor la enfermedad y estén preparados para afrontarla mejor.

DEPRESIÓN

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, que se traduce en un estado de decaimiento y resignación psicológica y biológica de una persona, y se manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo aparecer desinterés, tristeza, desmoralización, disminución de la autoestima...) y somáticos (pudiéndose presentar en forma de pérdida del apetito, disminución del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño con periodos de insomnio y de somnolencia, etcétera). Es decir, se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado.

La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente, y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional.

Existen varios tipos de trastornos depresivos. Los más comunes son el trastorno depresivo grave y el trastorno distímico.
  • El trastorno depresivo grave, también llamado depresión grave, se caracteriza por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer, y disfrutar de las actividades que antes resultaban placenteras. La depresión grave incapacita a la persona y le impide desenvolverse con normalidad. Un episodio de depresión grave puede ocurrir solo una vez en el curso de vida de una persona, pero mayormente, recurre durante toda su vida.
  • El trastorno distímico, también llamado distimia, se caracteriza por sus síntomas de larga duración (dos años o más), aunque menos graves, pueden no incapacitar a una persona pero sí impedirle desarollar una vida normal o sentirse bien. Las personas con distimia también pueden padecer uno o más episodios de depresión grave a lo largo de sus vidas.
Algunas formas de trastorno depresivo muestran características levemente diferentes a las descritas anteriormente o pueden desarrollarse bajo circunstancias únicas. Sin embargo, no todos los científicos están de acuerdo en cómo caracterizar y definir estas formas de depresión. Estas incluyen:
  • Depresión psicótica: que ocurre cuando una enfermedad depresiva grave está acompañada por alguna forma de psicosis, tal como ruptura con la realidad, alucinaciones, y delirios.
  • Depresión posparto: la cual se diagnostica si una mujer que ha dado a luz recientemente sufre un episodio de depresión grave dentro del primer mes después del parto. Se calcula que del 10 al 15% de las mujeres padecen depresión posparto luego de dar a luz.
  • El trastorno afectivo estacional: se caracteriza por la aparición de una enfermedad depresiva durante los meses del invierno, cuando disminuyen las horas de luz solar. La depresión generalmente desaparece durante la primavera y el verano. El trastorno afectivo estacional puede tratarse eficazmente con terapia de luz, pero aproximadamente el 50% de las personas con trastorno afectivo estacional no responden solamente a la terapia de luz. Los medicamentos antidepresivos y la psicoterapia pueden reducir los síntomas del trastorno afectivo estacional, ya sea de forma independiente o combinados con la terapia de luz.
  • El trastorno bipolar, también llamado enfermedad maniaco-depresiva, no es tan común como la depresión grave o la distimia. El trastorno bipolar se caracteriza por cambios ciclicos en el estado de ánimo que van desde estados de ánimo muy elevado (por ejemplo, manía) a estados de ánimo muy bajo (por ejemplo, depresión).

La depresión a menudo se transmite de padres a hijos; esto puede deberse a los genes (hereditaria), comportamientos aprendidos en el hogar o ambos. Muchos factores pueden causar depresión, como:
   - Alcoholismo o drogadicción
   - Afecciones y tratamientos médicos, como:
  • ciertos tipos de cáncer
  • dolor prolongado
  • problemas para dormir
  • medicamentos esteroides
  • baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo)
   - Situaciones o hechos estresantes en la vida, como:
  • maltrato o rechazo
  • ruptura de relaciones con el novio o la novia
  • ciertos tipos de cáncer
  • muerte de un amigo o familiar
  • divorcio, incluso el divorcio de los padres
  • desaprobar una asignatura
  • enfermedad en la familia
  • pérdida del trabajo
  • aislamiento social (causa común de depresión en los ancianos)
La depresión es un trastorno mental frecuente que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo.

Los hábitos de vida saludables pueden ayudar a prevenir la depresión y disminuir las posibilidades de que se presente de nuevo. La psicoterapia y los antidepresivos también pueden reducir la probabilidad de caer en depresión nuevamente. La psicoterapia puede ayudar en los momentos de aflicción, estrés o desánimo. La terapia de familia puede ayudar a los adolescentes que se sienten deprimidos. Mantener contacto cercano con otras personas es importante para prevenir la depresión.


Ansiedad

La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. En realidad, un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones especialmente peligrosas. Una ansiedad moderada puede ayudarnos a mantenernos concentrados y afrontar los retos que tenemos por delante.
En ocasiones, sin embargo, el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. Más concretamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro ostensible. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión y, en general, se produce un deterioro del funcionamiento psicosocial y fisiológico. Se dice que cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, entonces se la considera como un trastorno.

SÍNTOMAS
Los síntomas de ansiedad pueden dividirse en cognitivos, afectivos, conductuales y fisiológicos. Al mismo tiempo, las reacciones pueden ser de tres tipos: movilización, inhibición y desmovilización.

Movilización
Se produce cuando los sistemas se activan para la acción (huida o lucha). Se da en los cuatro sistemas mencionados:

· Cognitivo. La persona es excesivamente consciente de sí misma y está hipervigilante, buscando constantemente indicios que demuestren la existencia de un peligro. Por ejemplo, la persona que teme hablar en público observará cada gesto de su audiencia. Aparecen pensamientos repetitivos de amenaza, como: no seré capaz de hacerlo, siempre me equivoco, soy incompetente, quedaré como un idiota, etc. O aparecen en su mente imágenes mentales que muestran las cosas desagradables que pueden pasarle.

· Afectivo. Aparecen emociones que van desde una ligera tensión o incomodidad hasta el terror.

· Conductual. Movimientos nerviosos, temblar, suspirar, moverse de un lado a otro, evitar la situación, etc.

· Fisiológico. Se produce una activación del sistema nervioso simpático. Por ejemplo, palpitaciones, sudoración o aumento de la presión sanguínea.

Inhibición
En la inhibición se produce lo contrario a la movilización; es decir, los sistemas se inhiben y bloquean para inmovilizar a la persona e impedirle actuar:

· Cognitivo. Se produce un bloqueo de diversas funciones con problemas para recordar, para concentrarse, para pensar o para ser objetivo. Puede haber confusión mental, sensación de irrealidad, sensación de que las cosas parecen distantes o sensación de que va a desmayarse.

· Conductual. Se produce una inhibición del movimiento, cierta rigidez de los músculos de la cara, palidez, y rigidez muscular general que hace que los movimientos sean torpes y bruscos, impidiendo realizar correctamente ciertas actividades, como escribir o tocar un instrumento. Puede producirse también tartamudeo, problemas para hablar e incluso mutismo parcial.

· Fisiológico. Aparecen síntomas como hipotensión, desmayo, debilidad.

Desmovilización
Es una reacción de colapso que suele ocurrir sobre todo cuando hay una reacción exagerada al ver sangre o heridas, aunque puede ocurrir también en otros casos. Los principales síntomas son debilidad y desmayo debido a hipotensión y reducción de la frecuencia cardiaca.

En general, los síntomas fisiológicos (tanto de movilización como de inhibición) pueden afectar a diversos sistemas:

· Cardiovascular. Hipertensión, hipotensión, disminución o aumento de la frecuencia cardiaca, desmayo.

· Respiratorio. Respiración agitada, respiración enlentecida, problemas para respirar, presión en el pecho, respiración superficial, sensación de nudo en la garganta, sensación de ahogo.

· Neuromuscular. Reflejos aumentados, sobresaltos, insomnio, espasmos, temblores, rigidez, debilidad general, inestabilidad, piernas tambaleantes.

· Gastrointestinal. Dolor abdominal, pérdida de apetito, asco de la comida, náuseas, vómitos, reflujo gastroesofágico, malestar abdominal.

· Aparato urinario. Deseo urgente de orinar, deseo de orinar con frecuencia.

· Piel. Palidez, rubor facial, sudor localizado (por ejemplo, en las palmas) o general, sofocos, picores.

CAUSAS
La ansiedad, al igual que otros sentimientos (placer, exaltación, euforia, éxtasis, tristeza, ira, rabia y calma), son fundamentales en la vida de las personas; regulan la interacción con los demás y ofrecen un sistema de alarma que, en el caso del miedo, sirven para afrontar situaciones de peligro o riesgo.
Estas emociones, así como la percepción y la acción, están controladas por circuitos neuronales del encéfalo. En el caso específico de la angustia, su experiencia incluye tres tipos de componentes:

· Un componente cognoscitivo.
· Respuestas autonómicas, endocrinas y esqueleto-motoras.
· Representaciones subjetivas del estado emocional.

Dos emociones humanas tienen mucha importancia en cuanto a las causas de la ansiedad: la sexualidad y la agresividad. Sin embargo, en la descripción que las personas hacen de su angustia, pueden esgrimir muchas razones que no guardan ninguna relación con deseos agresivos o sexuales. Muchos pacientes, por ejemplo, se sienten extrañados frente al hecho de que la causa de la ansiedad surja precisamente cuando se encuentran más contentos y han conseguido por fin el logro deseado. Otros culpan de su estado al abandono de un ser amado, la mala suerte en los negocios, la soledad, un medio ambiente adverso o el fracaso de un proyecto.
Estas quejas manifiestas son la expresión inconsciente de situaciones traumáticas de separación en las etapas iniciales de la vida, cuando el desarrollo psicológico es incompleto, y el sujeto no cuenta con elementos suficientes para defenderse del temor a perder la vida o ser aniquilado por peligros supuestos o reales. Cada nueva situación de abandono o separación es ahora mal soportada; hasta un hecho cotidiano aparentemente banal puede ser motivo para desencadenar el estado de angustia y ser la causa de la ansiedad
De acuerdo con la teoría conductista, la angustia es una respuesta condicionada a un estímulo ambiental; las personas afectadas por la ansiedad han sobregeneralizado sus temores y han aprendido, por imitación, a responder ansiosamente. La imitación proviene de respuestas semejantes de sus padres, cuidadores o figuras importantes; en consecuencia, las respuestas de los ansiosos son valoraciones que exceden la peligrosidad de las situaciones, y subestiman sus propias habilidades para enfrentar esas amenazas.
La angustia es un afecto normal; su intensificación, que se convierte en fuente de sufrimiento e incapacidad, es lo que la convierte en patológica.

TRATAMIENTO 

Los fármacos son el tratamiento de elección para la ansiedad generalizada. Habitualmente se prescriben fármacos ansiolíticos como las benzodiacepinas; sin embargo, debido a que el uso de benzodiacepinas a largo plazo puede crear dependencia, si se decide su interrupción, debe reducirse escalonadamente y no de forma brusca. El alivio que proporcionan las benzodiacepinas compensa generalmente algunos ligeros efectos secundarios.
La buspirona es otro fármaco eficaz para muchas personas con ansiedad generalizada. Su uso parece no acarrear dependencia física. Sin embargo, la buspirona puede tardar dos semanas o más en hacer efecto, en contraste con las benzodiacepinas, que comienzan a actuar en el plazo de unos minutos. La terapia de comportamiento no suele ser generalmente beneficiosa porque no existen claras situaciones que desencadenen la ansiedad. Las técnicas de relajación y de biorretroacción pueden ayudar.
La ansiedad generalizada puede estar asociada con conflictos psicológicos subyacentes. Estos conflictos están frecuentemente relacionados con inseguridades y actitudes autocríticas que son autodestructivas. Para algunas personas, la psicoterapia puede ser eficaz para ayudar a comprender y a resolver conflictos psicológicos internos.

¿Con qué frecuencia padecemos esta enfermedad?
Los trastornos por ansiedad son, en conjunto, la enfermedad psiquiátrica más frecuente. Entre ellos destaca el trastorno fóbico: alrededor de un 7 por de mujeres y un 4,3 por ciento de hombres padecen fobias específicas (a algún animal, a un objeto, a la oscuridad, etc.), mientras que las llamadas fobias sociales (la aptitud de una persona para relacionarse de un modo afable con los demás) se hallan en un 13 por ciento de la población.La ansiedad generalizada se da en un porcentaje del 3 al 5 por ciento de los adultos (en algún momento durante el año). Las mujeres tienen el doble de probabilidades de presentarla.





lunes, 16 de diciembre de 2013

Infarto del Miocardio

¿Qué es?

El infarto de miocardio es el cuadro clínico producido por la muerte de una porción del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye completamente una arteria coronaria. Cuando se produce la obstrucción se suprime el aporte sanguíneo.Si el músculo cardíaco carece de oxígeno durante demasiado tiempo, el tejido de esa zona muere y no se regenera.

Síntomas:

Se manifiesta con dolores o presión en la zona torácica, sensación de agotamiento, cansancio, mareos y dolor o calambres en el brazo izquierdo. Estos dolores no ceden aunque la persona haga reposo. Los síntomas habituales son:
  • Dolor torácico intenso y prolongado, que se percibe como una presión intensa y que puede extenderse a brazos y hombros (sobre todo izquierdos), espalda e incluso dientes y mandíbula. El dolor se describe como un puño enorme que retuerce el corazón. Es similar al de la angina de pecho, pero más prolongado y no cesa aunque se aplique un comprimido de nitroglicerina bajo la lengua.
  • Dificultad para respirar.
  • Sudoración.
  • Palidez.
  • Mareo. Es el único síntoma en un 10 por ciento.
  • Otros: Pueden aparecer náuseas, vómitos, desfallecimiento y sudoración.

Tratamiento:

Una vez en el hospital, los pacientes pueden recibir distintos tipos de tratamientos:
  • Oxígeno. Suele ser la primera medida que toman los facultativos en el hospital y en la propia ambulancia.
  • Analgésicos. En las situaciones en las que el dolor torácico persiste se administra morfina o fármacos similares para aliviarlo.
  • Betabloqueantes. Impiden el efecto estimulante de la adrenalina en el corazón. De esta forma el latido del corazón es más lento y tiene menos fuerza, por lo que el músculo necesita menos oxígeno.
  • Trombolíticos. Disuelven los coágulos que impiden que fluya la sangre. Para que sean eficaces deben administrarse en la hora siguiente al inicio de los síntomas.
  • Antiagregantes plaquetarios. Este tipo de fármacos (como por ejemplo la aspirina) impiden la agregación plaquetaria en la formación de los trombos.
  • Calcioantagonistas. Son bloqueadores de los canales del calcio. Impiden la entrada de calcio en las células del miocardio. De esta forma disminuye la tendencia de las arterias coronarias a estrecharse y posibilitan que el corazón trabaje menos por lo que descienden sus necesidades de oxígeno. También reduce la tensión arterial.
  • Nitratos. Disminuyen el trabajo del corazón. En la fase aguda de un ataque al corazón suelen usarse por vía venosa.
  • Digitálicos. Estimulan al corazón para que bombee la sangre.
  • Otros tratamientos:
  • Bypass coronario. La intervención consiste en seleccionar una sección de una vena o arteria de otra parte del cuerpo para unirla a la arteria coronaria por encima y por debajo del área bloqueada. De esta forma se genera una nueva ruta por la que puede fluir la sangre al músculo cardíaco.
  • Intervención coronaria percutánea. El objetivo es abrir la luz de la arteria bloqueada. El especialista determinará el vaso infartado con un angiograma inicial y posteriormente realizará una angioplastia con balón del segmento trombosado. En algunas ocasiones pueden extraer el trombo con un catéter aspirador.

INFARTO INTESTINAL

El infarto intestinal, isquemia intestinal o necrosis intestinal ocurre cuando los vasos sanguíneos (arterias) de los intestinos se estrechan o se bloquean, lo que reduce el flujo sanguíneo produciendo así la muerte del tejido intestinal.


Existen varias causas posibles del infarto intestinal:
  • Hernia: si el intestino se desplaza hacia el lugar equivocado o queda atrapado, esto puede llevar a isquemia intestinal.
  • Adherencias: el intestino también puede quedar atrapado en tejido cicatricial de una cirugía previa (adherencias), lo cual puede llevar a isquemia si no se realiza un tratamiento.
  • Émbolo: un coágulo de sangre del corazón o de los vasos principales puede viajar a través del torrente sanguíneo y bloquear una de las arterias que irrigan el intestino. Las personas que han tenido ataques cardíacos o que tienen arritmias, como la fibrilación auricular, están en riesgo de presentar este problema.
  • Trombosis arterial: las arterias que suministran sangre al intestino pueden estrecharse a tal punto a partir de una enfermedad ateroesclerótica (acumulación de colesterol) que resultan obstruidas. Cuando esto sucede en las arterias que van al corazón, ocasiona un ataque cardíaco y cuando se presenta en las arterias que van al intestino, ocasiona isquemia intestinal.
  • Trombosis venosa: las venas que sacan la sangre del intestino se pueden obstruir con coágulos de sangre. Esto bloquea el flujo sanguíneo hacia los intestinos y es más común en personas con enfermedad hepática, cáncer o trastornos de la coagulación de la sangre.
  • Presión arterial baja: la presión arterial muy baja en pacientes que ya tienen estrechamiento de las arterias intestinales también puede ocasionar isquemia intestinal. Esto se presenta particularmente en pacientes muy enfermos por otras razones y se puede comparar con la pérdida de la presión del agua en una manguera con una obstrucción parcial.
Los signos y síntomas de la isquemia intestinal se pueden desarrollar repentinamente (aguda) o gradualmente con el tiempo (crónica).

Síntomas de la isquemia intestinal aguda:
  • Dolor abdominal repentino que puede variar de leve a grave
  • Necesidad urgente de tener una evacuación intestinal
  • Evacuaciones intestinales frecuentes y fuertes
  • Sensibilidad o hinchazón en el abdomen
  • Sangre en las heces
  • Náuseas y vómitos
  • Fiebre
Síntomas de la isquemia intestinal crónica:
  • Calambres abdominales o sensación de plenitud, comenzando a los 30 minutos después de comer y de una a tres horas
  • Dolor abdominal que empeora progresivamente durante semanas o meses
  • Miedo de comer debido al dolor posterior
  • Pérdida de peso no intencional
  • Diarrea
  • Náuseas y vómitos
  • Distensión
El tratamiento de la isquemia intestinal implica restaurar un flujo de sangre suficiente para su tracto digestivo. Las opciones varían, dependiendo del tipo y la gravedad de su condición.
  • Isquemia de colon (colitis isquémica): Puede sanar por sí mismo. Sin embargo, el médico puede recomendar antibióticos para tratar o prevenir las infecciones. El médico también puede tratar cualquier condición médica subyacente, como la insuficiencia cardíaca congestiva o latidos irregulares del corazón. Si el colon se ha dañado, es posible que necesite cirugía para extirpar el tejido muerto o para evitar un bloqueo en una arteria intestinal.
  • Isquemia mesentérica aguda: La cirugía es generalmente necesaria para remover un coágulo de sangre, para evitar un bloqueo de las arterias, o para reparar o eliminar una sección dañada del intestino. El tratamiento también puede incluir medicamentos para prevenir la formación de coágulos, para disolver los coágulos o para ampliar los vasos sanguíneos. Si la angiografía se utiliza para diagnosticar el problema, puede ser posible tratar la condición con la angioplastia al mismo tiempo. La angioplastia implica el uso de un globo inflado en el extremo de un catéter para comprimir los depósitos de grasa y estirar la arteria, haciendo un camino más amplio para el flujo de sangre. Una bobina metálica (stent) también puede ser colocado en su arteria para mantenerla abierta.
  • Isquemia mesentérica crónica: La cirugía es generalmente necesaria para restablecer el flujo de sangre y prevenir la progresión de la isquemia mesentérica aguda. El cirujano puede desviar las arterias bloqueadas o ensanchar las arterias estrechadas con angioplastia o mediante la colocación de un stent después de la angioplastia.
  • Trombosis venosa mesentérica: Si los intestinos no muestran signos de daño, es probable que se tenga que tomar medicamentos anticoagulantes durante unos tres a seis meses.
A pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos, la mortalidad de la isquemia mesentérica aguda sigue siendo muy elevada (alrededor del 60 %), lo que depende de la extensión y duración de la isquemia, y también de la etiología de ésta. La mortalidad puede ser del 95 % en pacientes con trombosis arterial, del 50 % en la embolia arterial, del 67 % en la isquemia mesentérica no oclusiva, y del 30 % en la trombosis venosa.


El ictus

El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. También se la conoce como Accidente Cerebro Vascular (ACV), embolia o trombosis. Los dos últimos términos, no obstante, se refieren más a bien a distintas causas del ictus. Ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre que necesita. La consecuencia es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos.

Tipos de ictus:
· Ictus trombótico, aterotrombótico o trombosis cerebral. Es un ictus isquémico causado por un coágulo de sangre (trombo), formado en la pared de una arteria importante, que bloquea el paso de la sangre a una parte del cerebro.
· Ictus embólico o embolia cerebral. Se trata de un ictus isquémico que, al igual que el trombótico, está originado por un coágulo de sangre; éste, sin embargo, se ha formado lejos del lugar de la obstrucción, normalmente en el corazón. A este coágulo lo denominamos émbolo.
· Ictus hemodinámico. Dentro de los ictus isquémicos es el más infrecuente. El déficit de aporte sanguíneo se debe a un descenso en la presión sanguínea; esto ocurre, por ejemplo, cuando se produce una parada cardíaca o una arritmia grave, pero también puede ser debido a una situación de hipotensión arterial grave y mantenida.
· Hemorragia intracerebral. Es el ictus hemorrágico más frecuente. Una arteria cerebral profunda se rompe y deja salir su contenido sanguíneo, que se esparce entre el tejido cerebral circundante, lo presiona y lo daña. La gravedad de este tipo de ictus reside no sólo en el daño local sino en el aumento de presión que origina dentro del cráneo, lo que afecta a la totalidad del encéfalo y pone en peligro la vida.
· Hemorragia subaracnoidea. Es una hemorragia localizada entre la superficie del cerebro y la parte interna del cráneo. Su causa más frecuente es la rotura de un aneurisma arterial (porción anormalmente delgada de la pared de una arteria, que adopta forma de globo o saco).

Los signos de alarma son:


-Pérdida de fuerza en la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco.
-Trastornos de la sensibilidad, sensación de «acorchamiento u hormigueo » de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco.
-Pérdida súbita de visión, parcial o total, en uno o ambos ojos.
-Alteración repentina del habla, dificultad para expresarse, lenguaje que nos cuesta articular y ser entendido por quien nos escucha.
-Dolor de cabeza de inicio súbito, de intensidad inhabitual y sin causa aparente.
-Sensación de vértigo intenso, inestabilidad, desequilibrio o caídas bruscas inexplicadas, si se acompañan de cualquiera de los síntomas descritos con anterioridad.

Hay que tener en cuenta que entre el 60 y el 80% de los ICTUS se pueden prevenir. Algunas personas pueden contar con una predisposición genética pero en términos generales todos los factores de riesgo, a excepción de la edad, se pueden eliminar o controlar. Pero la pregunta es… ¿Cómo prevenirlo?

1. Conocer la tensión arterial
La hipertensión es el principal factor de riesgo en la aparición de los ICTUS. Tener la tensión arterial alta puede multiplicar por cuatro las probabilidades de sufrir un ICTUS ya que obliga a nuestro corazón y arterias a hacer un esfuerzo extra para que la sangre llegue a todas las células de nuestro cerebro. Conviene tenerla vigilada y controlada.

2. Realizar ejercicio físico con regularidad
El ejercicio físico es clave para mantener un corazón fuerte y unas arterias limpias, los mejores aliados en la prevención del ICTUS. Evitar el sedentarismo es una prioridad. No hace falta hacer salto con pértiga. Con caminar una hora a diario el corazón recibe la dosis de ejercicio que necesita.

3. Dejar el tabaco
El tabaco eleva de una manera vertiginosa el riesgo de sufrir un ICTUS y es el principal factor de riesgo que se encuentra en personas jóvenes que lo han sufrido.

4. Conocer los niveles de colesterol y tensión.

El colesterol, junto con el tabaco son los principales causantes de creación de placa arteroesclerótica, favoreciendo la aparición de obstrucciones en las arterias que riegan el cerebro. Una sencilla analítica puede ayudarnos a conocer nuestros niveles y reducir el nivel de colesterol.

5. El peso a raya
La obesidad suele llevar asociada problemas como el colesterol o el sedentarismo y también enfermedad coronaria. Bajar 5 kilos puede reducir significativamente estos factores de riesgo.

6. Control de azúcar
La diabetes, además de reducir la capacidad del páncreas para producir insulina, afecta a los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, haciendo que aumente la probabilidad de sufrir un ICTUS.

7. Reducir el estrés
El estrés crónico aumenta por cuat
ro la posibilidad de sufrir un ICTUS a lo largo de la vida. Tener un carácter “temperamental” con picos de estrés (patrón de personalidad tipo A), también aumenta la probabilidad de sufrir una crisis hipertensiva y de tener un ICTUS. 

8. Mantener un ánimo sereno y positivo
Cultivar emociones como la serenidad, la calma, y mantener un estadod e ánimo tranquilo y positivo pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir un ICTUS ya que ayudan a reducir la tensión arterial y reparar el sistema cardiovascular.

9. Conocer las señales de alarma
Detectar un ICTUS a tiempo puede salvarte la vida y prevenir la aparición de secuelas. Ante estas señales no dudes en ponerte en contacto con emergencias y decir. “Creo que me está dando un ICTUS”. Experimentar la sensación de acorchamiento en la mano, o pierna o en la mitad del cuerpo. Balbucear y no ser capaz de hablar, o decir palabras sin sentido. Sentir un lado de la cara dormido. Perder la visión de un lado. Dolor de cabeza persistente acompañado de vómitos que no identificamos como habitual en nosotros.

10. Aumentar la reserva cognitiva
Leer, aprender un idioma, aprender cosas nuevas, escribir un diario, hacer tareas bimanuales, son experiencias que hacen a nuestro cerebro más resistente frente a las posibles secuelas de un ICTUS. Es lo que se conoce como reserva cognitiva. Hacer todas estas cosas no puede ayudarte a prevenir un accidente cerebrovascular, pero sí puede ayudarte a minimizar tus secuelas y hacer que tu recuperación sea significativamente mejor.
El tratamiento precoz de esta enfermedad cerebrovascular es vital para reducir la mortalidad y las secuelas.

domingo, 15 de diciembre de 2013

RECUPERACIÓN POSTPARTO

Tras dar a luz el cuerpo de la mujer inicia un proceso de readaptación a la normalidad, sobre el que muchas madres no están suficientemente informadas. Durante el embarazo el organismo se ha alterado por completo para satisfacer las necesidades de desarrollo del feto, por lo que tras el nacimiento del bebé se inicia la llamada recuperación postparto, que incluye muchos aspectos diferentes:

• La devolución del útero y los músculos abdominales a su tamaño normal.
• El restablecimiento del equilibrio hormonal.
• La readaptación del sistema sanguíneo.
• La recuperación del deseo sexual, etc.

La matriz, el canal del parto, la vejiga, los pechos, el tracto intestinal, el metabolismo y la piel deben readaptarse. Y éste es un proceso lento y gradual que puede llevar algunos meses, especialmente en lo que se refiere a la recuperación de la forma física, la eliminación de estrías y otros problemas estéticos derivados de los cambios que el embarazo produce en el cuerpo.

¿Qué nos podrá suceder después del parto?

Es normal que durante las primeras horas posteriores al parto haya una hemorragia vaginal importante, acompañada de coágulos. Es un sangrado mucho más abundante que el de la menstruación y que al levantarte seguramente correrá por tus piernas. Esta hemorragia se llama loquios y es provocada por la separación de la placenta de la pared uterina. Esta separación deja una zona sangrante que inicialmente se va cerrando como consecuencia de las contracciones uterinas del postparto inmediato y luego por la liberación de oxitocina que se produce por el proceso de amamantamiento. Las pérdidas son rojas durante los primeros 3 a 4 días y luego van tornándose más amarronadas. Persisten en total por un período de aproximadamente 40 días y durante este período deberás utilizar solamente apósitos externos, nunca tampones vaginales.
Seguramente, durante los primeros días también te sentirás físicamente agotada, el trabajo de parto es un "trabajo" muy intenso y después del parto, el bebé recién nacido te ocupará muchas horas del día, lo que hará muy difícil que tus horas de sueño sean horas seguidas.

El esfuerzo de pujar por un rato largo en el parto puede dejar algunas marcas transitorias en tu rostro, como pequeños hematomas en las conjuntivas o en la zona de las mejillas. No te alarmes ya que desaparecerán en 24h.
Luego del parto seguramente te sentirás muy dolorida y serán varias las zonas afectadas. A continuación explicaremos cada una de ellas:

· La incisión de la episiotomía o cesárea

La zona de la episiotomía o de la incisión de la cesárea también es dolorosa en las primeras horas. Te aconsejamos aceptar todos los analgésicos que te ofrezcan. El hielo local es un analgésico muy potente. Úsalo todo el tiempo que sea necesario.

· Los músculos del canal del parto

En los partos vaginales, la distensión de los músculos del canal del parto suelen dejar pequeñas laceraciones que pueden llegar a ser molestas. Los analgésicos también ayudan a que estas molestias se alivien.

· Contracciones postparto
Seguramente habrás oído hablar de las "contracciones del postparto", o de los "entuertos". Son contracciones muy potentes que hacen que el útero se retraiga, evitando de esta forma hemorragias importantes. Son dolorosas en las mujeres que han tenido más de un parto, debido a que el útero es más fibroso y más sensible al dolor. Molestan solamente durante los primeros dos o tres días y generalmente son concomitantes con el amamantamiento. La succión del bebé provoca la liberación de una hormona llamada oxitocina que provoca las contracciones. Este mecanismo también ayuda a que el útero vuelva a tener el tamaño normal previo a la gestación. También una bolsa de hielo en la zona supra-púbica alivia estas molestias.

· Zona perineal
Los dolores en la zona perineal son frecuentes, incluso en las mujeres que no hayan tenido episiotomía. Un bebé con un peso promedio de 3.400 gramos no pasa "desapercibido" por el canal de parto. Aunque no haya episiotomía, el estiramiento muscular y de la mucosa vaginal sensibiliza la zona y por algunos días se siente un cierto malestar en esa región.

Cuando hubo episiotomía, como consecuencia de la misma hay dolor. Es una herida que está en proceso de curación y en una zona molesta, de roce constante. Piensa que al caminar se roza con la pierna opuesta, y no se puede estar sin caminar por muchas horas seguidas.
El proceso de cicatrización es de aproximadamente 10 días. Durante los días de la internación una enfermera controlará que el proceso sea el normal y que no haya signos de inflamación importante o de infección.
Cambia los apósitos por lo menos cada 4 horas. Remueve los apósitos de adelante hacia atrás, para evitar el contacto de gérmenes anales con la vagina. Higienízate con jabones neutros tres o cuatro veces al día. Seca la zona con apósitos o con secador de pelo (no muy caliente). El hielo local es muy beneficioso cuando hay dolor en la zona.

En las primeras horas del parto a veces es dificultoso orinar. Pueden sentirse ganas incontenibles y que no puedas hacerlo o ardor en las primeras micciones. Existen varias razones para que esto suceda que explicaremos a continuación:
La capacidad de la vejiga vuelve a lo normal después del parto, porque ya no está la cabecita del bebé que impide su expansión normal.
La vejiga puede estar traumatizada por el parto por la presión ejercida por la cabecita del bebé y puede quedar paralizada por algunas horas. Puede estar llena de orina y tal vez no sientas la necesidad de orinar.
También la anestesia puede disminuir la sensibilidad de la vejiga.
El dolor perineal puede provocar un espasmo en la uretra que no permite la evacuación de la vejiga.
Es esencial que se vacíe la vejiga en las primeras 6 u 8 horas después del parto. De no poder hacerlo, pueden aparecer complicaciones. La vejiga repleta de orina a veces dificulta la salida normal de la sangre loquial, que se va reteniendo dentro del útero y puede ser causa de hemorragias importantes. Además puede ser causa de infecciones urinarias. Pero la enfermera se encargará de preguntarte en las primeras horas acerca de tus ganas de orinar.
Si no sientes la sensación espontáneamente puedes intentar caminar un poco, siempre y cuando estés en condiciones de hacerlo y si tu médico te autoriza. En caso de no poder caminar, la enfermera te colocará un urinal en la cama. Siéntate sobre él e inténtalo. También puedes pedirle a la enfermera que te higienice con agua tibia. Esto provoca un reflejo de micción que te ayudará mucho. Aprovecha para que te explique como realizar la higiene del periné.
Estas molestias urinarias desaparecen espontáneamente en 24 horas. Recuerda también que es muy importante en los primeros días del postparto ingerir cantidades abundantes de líquidos. Te ayudarán para la formación de la leche y además para formar mayor cantidad de orina, importante para prevenir infecciones del tracto urinario.
En algún momento del postparto hay que evacuar los intestinos. Muchas mujeres tienen pánico de que pueda provocar dolor o que salten los puntos de la episiotomía. No te preocupes que no va a suceder ya que son dos órganos distintos: la vagina y el recto.
Existen factores que dificultan la evacuación intestinal. Los músculos abdominales distendidos por el embarazo, no tienen la fuerza propulsora habitual, además seguramente se ha vaciado el recto previo o durante el parto y por consiguiente no podrás evacuar.
Puedes tomarte unos días si quieres. Mientras tanto, trata de ingerir bebidas y comidas que estimulen el movimiento intestinal. Elige cereales, frutas, verduras y compotas de frutas. Realiza caminatas en cuanto te sea posible, esto provocará una normalización de tus intestinos. No es necesario una maratón, solo pequeñas caminatas.
Si hay hemorroides, puedes aliviarlas con cremas o supositorios especiales. Las compresas con sustancias antiinflamatorias como el hamammelis pueden también calmarlas. La normalización de los intestinos será el mejor tratamiento de las hemorroides.

En definitiva, la recuperación postparto es un proceso lento y gradual pero la satisfacción de tener a tu bebé contigo es mayor que todo lo que pudiste haber sufrido. 


MUCHAS GRACIAS POR LEERNOS! 


30 consejos para el cuidado de tu bebé

1. Los recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad de leche que les cabe es también pequeña. Los intervalos entre las tomas deben ser los que su cuerpo exija. Todos los pediatras recomiendan la lactancia a demanda (salvo excepciones por enfermedad).
2. Muchos bebés regurgitan después de mamar o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para preocuparse, pues no suele ser mucha cantidad. Por regla general, solo echan la leche que han tomado de más.
3. En ocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo rato. Esto puede pasar porque no mama bien: si succiona solo el pezón no sacará mucho. Hay que procurar que la areola del pecho también esté dentro de su boca.
4. Si se tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más que otros bebés cuando se encuentran hambrientos, ya que tienen que esperar su turno. Podemos colocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la siguiente toma, intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre un cojín y se lo damos al mismo tiempo.
5. Lo ideal es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lo piden. Si su hermano sigue durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Poco a poco irán acercando horarios.
6. Hay bebés que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En este caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan chupando.
7. Si no les damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar el biberón. Lo mejor es que al principio sea siempre la misma persona la que se lo dé, pues cada uno tenemos una forma diferente de darlo. Algunos bebés se desconciertan fácilmente.
8. No es aconsejable darle nada que no sea leche, ni infusiones ni ningún preparado que nos hayan dicho que le ayuda a echar los gases.
9. Para evitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está lo suficientemente inclinado como para que la leche ocupe toda la tetina y no haya burbujas de aire que pueda tragar sin querer.
10. Durante cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran un interés especial por su entorno. Si lloran después de comer, probablemente sea porque quieren juerga y nosotros no les estamos haciendo caso. También puede ser porque tengan gases.
11. El eructo no es obligatorio, pero la mayoría de los bebés se sienten mejor después de haber echado el aire. Para ayudarles, podemos incorporarlos apoyándolos sobre nuestro hombro, o bien ponerlos boca abajo encima de nuestras rodillas y les damos palmaditas en la espalda. A veces los gases pueden provocar fuertes dolores. Si es así, debemos consultar al pediatra.
12. La postura adecuada para acostar al bebé después de comer es boca arriba. Es más segura y hará que le molesten los gases en menor medida. Esta postura es la que debe tener siempre en la cuna para evitar la muerte súbita.
13. Las manchas de leche en la ropa huelen mal. Se pueden quitar conuna mezcla de agua y levadura (una cucharadita para una taza de agua). No solo se quita el mal olor, también la mancha.
14. Directrices para el aumento de peso: en los cinco primeros meses, la mayoría de los niños duplican su peso y hacia el final del primer año, suelen pesar tres veces más de lo que pesaron al nacer.
15. Pesar al bebé a diario no tiene sentido y puede convertirse en una fuente de estrés innecesario. Si está contento, activo y crece bien, significa que está bien alimentado. El pediatra lleva un seguimiento exhaustivo, si él detecta algo raro, tomará algún tipo de medida.
16. Los niños que se crían al pecho hacen más deposiciones que los que toman leche artificial. En general suelen hacer entre una y cuatro cacas al día.
17. A partir de los tres meses aproximadamente, los niños necesitan una cierta rutina en su vida. Por lo tanto, hay que procurar acostarles a la misma hora y siguiendo un mismo ritual. Esto deberá mantenerse durante los siguientes años.
18. Cuanto más pequeños son, más se sobresaltan si nos acercamos precipitadamente, sin previo aviso. Primero hay que mantener contacto visual y hablarles. Luego, colocando una mano debajo de la cabeza y otra bajo el tronco, les levantamos con suavidad. No son tan frágiles como parecen, así que cojámosles con suavidad pero con firmeza.
19. Uno de los puntos más delicados de los bebés son las nalgas. Por lo tanto, conviene cambiar su pañala menudo y así evitar que se irriten. Aunque los modernos superpañales los mantienen secos durante largas horas, el calorcillo húmedo en la zona de la barriga no es nada bueno para la piel.
20. Cambiarles los pañales sobre una mesa o un cambiador es más cómodo para que la espalda del adulto no sufra, pero hay que tener un cuidado extremo para evitar accidentes. Los bebés son capaces de girar su cuerpo y rodar a las pocas semanas.
21. Antes de poner un nuevo pañal, hay que limpiarle con suavidad y secarle muy bien, procurando que no quede nada de humedad entre los pliegues.
22. Durante las primeras semanas se le puede bañar en el lavabo. Conviene colocar un protector para no golpearle accidentalmente contra el grifo. También puede usarse una bañerita.
23. Para asearle, en principio bastaría con el agua tibia. Si usamos jabón, que sea neutro. Los polvos de talco están desaconsejados: podría inhalarlos.



24. Si el bebé tuviera miedo a la bañera, podemos sentarle desnudo sin nada de agua, darle algún juguete y luego ir llenando la bañera poco a poco.
25. Al bañarle, hay que cerrar primero el grifo del agua caliente y después el de la fría. Así, evitamos que si el grifo gotea, le caigan gotas de agua muy caliente.
26. La herida del cordón umbilical no necesita un vendaje especial mientras cicatriza. Se puede bañar al pequeño si luego secamos bien la zona del ombligo. Esa parte la lavaremos con una toalla mojada en agua tibia, luego la secamos y colocamos encima una gasa limpia. Si la herida supura o sangra, hay que consultar al pediatra.
27. La mayoría de los recién nacidos llevan demasiada ropa. Si están abrigados en exceso, pueden llegar a sufrir un sofocón: sudan y se sienten mal.
28. En los primeros meses es normal que el pequeño tenga las manos y los pies fríos. Pero si la piel a la altura de los omóplatos o la tripa está caliente y seca, significa que no tiene frío.
29. Durante los primeros meses la cabecita del niño necesita apoyo. Cuando le tengamos en brazos, hay que sostenerla en todo momento con suavidad pero con firmeza. Los recién nacidos se asustan mucho cuando se les cae hacia un lado o hacia atrás.

30. Las uñas de los bebés crecen muy rápido. El mejor momento para cortárselas es cuando duermen profundamente. Debemos usar unas tijeras especiales para bebés, con punta roma (redonda).