La anorexia es un trastorno en el cual las personas se
niegan a mantener su cuerpo con un peso situado dentro de los límites de la
normalidad, tienen mucho miedo de aumentar peso o de llegar a ser obesas y
están exageradamente preocupadas por su figura. Además, la valoración que hacen
de sí mismas como personas viene determinada por la opinión sobre su cuerpo. El
90-95% de las personas afectadas son mujeres y la edad suele estar entre los 12
y los 25 años, y es más frecuente entre los 12 y los 17.
La bulimia es la ingesta excesiva de alimentos que después
se intentan compensar con conductas anómalas como vómitos, abuso de laxantes y
diuréticos, o dietas restrictivas intermitentes. La bulimia nerviosa está
ligada al sexo femenino, un 90-95% de las personas afectadas son mujeres y la
edad de aparición suele estar entre los 18 y 20 años.
Se estima que en España hay más de 300.000 casos de anorexia
y bulimia. Estos trastornos alimentarios se han multiplicado por diez en los
últimos años, los cuales se vinculan a problemas "propios de la
adolescencia, neuróticos o depresivos", y que se relacionan también con el
estereotipo de belleza que se ha implantado en occidente. De ello se nos habla
en la noticia sobre las declaraciones de el doctor Ricardo Franco, jefe
clínico de medicina interna del hospital de Basurto.
El gran aumento de trastornos alimentarios en los últimos
años se puede entender, como dijimos, observando el estereotipo de belleza que
las marcas de “moda” han implantado. Es habitual la imagenesquelética de las
modelos en los desfiles, así como los maniquíes en cualquier tienda.
Este modelo se extiende también a medios tan influyentes en
la opinión pública como la televisión, que, tal y como nos cuenta Rachael
Adatto, parlamentaria israelí, es una de las principales responsables de la
incidencia de estas enfermedades. Para evitar este problema, Israel ha aprobado
una ley pionera que prohíbe utilizar en las campañas modelos excesivamente
delgadas.
La anorexia y la bulimia son trastornos muy graves y
difíciles de curar, y es muy necesario que se regulen los mecanismos sociales
que puedan favorecer la aparición de los mismos.
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