viernes, 22 de noviembre de 2013

La tuberculosis en los países desarrollados


La tuberculosis (TB) está actualmente en una mala situación, aunque es una enfermedad curable y controlable desde hace décadas. Responsable de esta situación son la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la hambruna, la pobreza y el abandono de la lucha contra esta enfermedad.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que suele afectar a los pulmones y es causada por una bacteria (Mycobacterium tuberculosis). Se transmite de una persona a otra a través de gotículas generadas en el aparato respiratorio de pacientes con enfermedad pulmonar activa. La infección pulmonar resultante se denomina tuberculosis primaria.

La mayoría de las personas se recupera de la infección de tuberculosis primaria sin evidencia mayor de la enfermedad. La infección puede permanecer inactiva (latente) por años; sin embargo, en algunas personas se puede reactivar.

La infección por M. tuberculosis suele ser asintomática en personas sanas, dado que su sistema inmunitario actúa formando una barrera alrededor de la bacteria. Los síntomas de la tuberculosis pulmonar activa son tos, a veces con esputo que puede ser sanguinolento, dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudoración nocturna. La tuberculosis se puede tratar mediante la administración de antibióticos durante seis meses.

La mayoría de las personas que presentan síntomas de una infección de tuberculosis resultaron primero infectadas en el pasado. En algunos casos, la enfermedad puede reactivarse en cuestión de semanas después de la infección primaria.

Personas que están en mayor riesgo de tuberculosis activa:
Los ancianos.
Los bebés.
Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, por ejemplo, debido a sida, quimioterapia, diabetes o medicamentos que debilitan el sistema inmunitario.

El riesgo de contraer tuberculosis aumenta si:
Se está en contacto con personas que padecen la enfermedad.
Vive en condiciones de vida insalubres o de hacinamiento.
Padece desnutrición.

Factores que pueden incrementar la tasa de infección tuberculosa en una población:
Aumento de las infecciones por VIH.
Aumento del número de personas sin hogar (ambiente de pobreza y mala nutrición).
Aparición de cepas de tuberculosis farmacorresistentes.

El médico o el personal de enfermería realizará un examen físico, que puede mostrar:
Dedos hipocráticos en manos y pies (en personas con enfermedad avanzada)
Inflamación o sensibilidad de los ganglios linfáticos en el cuello u otras áreas
Líquido alrededor del pulmón (derrame pleural)
Ruidos respiratorios inusuales (crepitaciones)

Los exámenes pueden abarcar:
Biopsia del tejido afectado (poco común)
Broncoscopia
Tomografía computarizada del tórax
Radiografía del tórax
Prueba de sangre para secreción de interferón gamma, como la prueba QFT-Gold para comprobar la infección de tuberculosis
Examen y cultivos del esputo
Toracocentésis
Prueba cutánea con tuberculina (también llamada intradermorreacción con tuberculina o prueba PPD, por sus siglas en inglés)

Prevención

La tuberculosis es una enfermedad que se puede prevenir, incluso en aquellos que han estado expuestos a una persona infectada. La prueba cutánea (PPD) para tuberculosis se emplea en las poblaciones de alto riesgo o en personas que pueden haber estado expuestas a esta enfermedad, como los trabajadores de la salud.
A las personas que han estado expuestas a la tuberculosis se les deben hacer pruebas cutáneas inmediatamente y tener un examen de control en una fecha posterior si la primera prueba es negativa.
Una prueba cutánea positiva significa que la persona ha estado en contacto con la bacteria de la TB y , por lo tanto, debe hablar con el médico respecto a cómo evitar contraer esta enfermedad.
El tratamiento oportuno es sumamente importante para controlar la propagación de la tuberculosis desde aquellos que tengan la enfermedad de tuberculosis activa hacia aquellos que nunca han estado infectados con esta enfermedad.
Algunos países con una alta incidencia de tuberculosis les aplican una vacuna BCG para prevenir la tuberculosis. Sin embargo, la efectividad de esta vacuna es limitada y no se usa rutinariamente en ciertos países.
A las personas que hayan recibido la vacuna antituberculosa (BCG) se les pueden hacer pruebas cutáneas para la tuberculosis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario