Las glándulas mamarias se preparan para la lactancia desde la adolescencia donde se experimenta un aumento en el tamaño de las mamas, areola y pezón. Los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo provocan el crecimiento mamario, un aumento de los conductos y los alvéolos, estableciendo el punto inicial y formal de la lactancia. Es el lactante el que estimula la producción y secreción de la leche.
La lactancia es un período de la vida en el que la madre ofrece al recién nacido un alimento adecuado a sus necesidades, la leche materna, no sólo considerando su composición sino también en el aspecto emocional, ya que el vínculo afectivo que se establece entre una madre y su bebé constituye una experiencia especial, singular y única.
La leche materna contiene todo lo que el niño necesita durante los seis primeros meses de vida, favoreciendo su crecimiento, maduración y salud. Muchos de los componentes de la misma se encargan de protegerle mientras su sistema inmunitario completa su desarrollo, protegiéndole de enfermedades como catarros, bronquiolitis, neumonía, diarreas, otitis, infecciones de orina, etc; además de enfermedades futuras como asma, alergia, obesidad, o diabetes, y favoreciendo el intelecto.
También acelera la recuperación de la madre, ya que, pierde el peso ganado durante el embarazo más rápidamente y es más difícil que padezca anemia tras el parto. También tienen menos riesgo de hipertensión y depresión posparto. La osteoporosis y los cánceres de mama y de ovario son menos frecuentes en aquellas mujeres que amamantaron a sus hijos. Por lo tanto la leche materna ofrece una serie de beneficios para el bebé y también para la madre.
Existen cuatro tipos de leche materna con diferentes características nutricionales, que produce la glándula mamaria de todas las mujeres que está en periodo de lactancia, estas son conocidas como:
- El calostro: se produce durante los primeros tres a cuatro días después del parto, y es un líquido espeso. Esta leche tiene un color amarillento, dado por los betacarotenos (precursores de la Vitamina A) y un sabor salado, dado por contenido de sodio.La composición del calostro, en comparación a la leche materna madura, es menor en lactosa, grasa y vitaminas solubles en agua; mientras que posee una mayor proporción de proteínas, de vitaminas solubles en grasa (Vitaminas E, A y K), carotenos y algunos minerales como sodio y zinc. Un aspecto importante del calostro, es que contiene gran cantidad de inmunoglobulinas, sustancias que protegen al recién nacido contra enfermedades, ya que éste aún posee un sistema inmune inmaduro y frágil.
- Leche de transición: se produce entre el cuarto y el día 15 después del parto, periodo en el cual se da un aumento brusco en el volumen de leche materna producida, hasta llegar a ser leche materna madura.
- Leche madura: posee una gran variedad de elementos, muchos de ellos aún desconocidos, y que varían no solo entre mujeres, sino también en la misma madre, a distintas horas del día, entre ambas mamas, entre lactadas, durante una misma mamada y en las distintas etapas de la lactancia. Se ha visto que estas variaciones están directamente relacionadas con las necesidades propias del niño, lo que demuestra una vez más que la leche materna exclusiva provee de todos los nutrientes que el lactante necesita hasta los 6 meses de edad.
- Leche de destete: al ir introduciendo otros alimentos en la dieta del niño, el volumen de leche materna va a disminuir ya que el niño va a tener menos hambre, por lo tanto va a succionar menos, y con esto se va a producir menos leche. Este tipo de leche posee cantidades mayores de proteína, sodio y hierro, mientras que se conserva la cantidad de grasas, calcio y de compuestos que protegen el sistema inmune del lactante.
Es importante que se le ofrezca al niño el pecho lo más pronto posible, incluso en la primera hora tras el parto. Después de la primera hora, el bebé suele quedarse adormecido, y durante ese tiempo es recomendable que permanezca junto a su madre aunque no muestre interés por mamar, pero que sí se estimule el contacto con la piel entre ambos.
El tiempo necesario para completar cada toma es diferente para cada bebé y para cada madre. Tanto el número de tomas que el niño realiza al día, como el tiempo que invierte en cada una es muy variable, por tanto, no hay que establecer reglas fijas. Es mejor ofrecer el pecho a demanda.
Se recomienda permitir al niño que acabe con un pecho antes de comenzar con el otro, ya que es importante que se vacíen completa y alternativamente cada uno de ellos. Así se evita el acumulo de leche que puede dar complicaciones, además de facilitar que el cuerpo de la madre se adapte a la producción de leche en función de las necesidades de su hijo.
¡DAME LECHE MATERNA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario